QAYAQPUMA
- Pinturas Rupestres de Cajamarca, Perú
MIRES, ORTIZ, Alfredo. QAYAQPUMA - Pintura
Rupestre, Tomo 1. Red
de Bibliotecas rurales de Cajamarca. Cajamarca,
Perú, 2001
OFRENDA
Este libro es un agrado para el Apu Qayaqpuma. Y
una ofrenda al resuello imperecedero de los antiguos abuelos. Nunca
abrigamos el propósito de la erudición ni la elocuencia.
Solo un gesto de gratitud, un guijarro en la apacheta.
Aquellas peñas saben también de su
fuerza celebratoria, de su entrañable misterio y de su esencial
espiritualidad.
Es mas claro que en el Qayaqpuma habita la mas ancestral
herencia que nuestros hechores han legado. Aquí reside este
prodigioso testimonio tan traído a menos por la historia
oficial, y tan ignorado por las entidades encargadas de velar por
el Patrimonio Cultural.
La llamada especialización de las ciencias
ha generado, entre otras debacles, una seria perdida de la visión
de conjunto. Formalmente, la historia que se distribuye e imparte
en la escuela no ocupa ni el 1% de la presencia humana sobre la
tierra. No es solo que soslaya los miles de millones de años
de naturaleza previa al hombre, sino que desprecia esa raíz
que ocupa mas del 99% del tiempo que nos ha hecho posibles.
Y las pinturas rupestres del Qayaqpuma, como las
de otros miembros de su familia de Apus, son algunas de las pocas
expresiones que quedan de ese portentoso 99%. Aquí esta también
la fuente primera de nuestra de nuestro ser y encanto, de nuestro
saber y recuerdo, espejo y memoria, animo y amuleto, impulso y testamento.
Pero la historia que imparten se empeña en
hacer que dejemos de ser, que no seamos. O que seamos lo que nos
niega.
Por eso hemos de ver con otros ojos. No del modo
como escribieron, por ejemplo, los cronistas de la llamada conquista,
quienes no solo no estaban en condiciones de valorar la experiencia
sagrada de los Andes, sino que tampoco estaban preparados para transmitirla.
Así, por desgracia, muchos de los conceptos asumidos y difundidos
académicamente hasta hoy sobre el mundo andino, solo son
abusivos reflejos de los conceptos y enfoques occidentales.
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Panel A. 6c. Transcripción de A.
Mires Ortiz.
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En cuanto a las pinturas rupestres como tal, son
mas aun los problemas que suelen presentarse. A mas de los prejuicios
acumulados en torno a una época sobre la cual poco o nada
se conoce, se suman las respecto al fechado, el reconocimiento del
contexto cultural que las hizo posibles y la finalidad por la cual
fueron hechas.
De este modo, cuando algún estudioso afirma
que las pinturas rupestres se ubican a fines del Pleistoceno o inicios
del Holoceno, o que su esplendor se habría dado hace 1500
años, hemos de tener en cuenta por lo menos tres aspectos:
1. Que aun cuando logremos tener una fecha exacta
para las pinturas, estas son consecuencia también de un larguísimo
proceso. No son las pinturas las que valen en si mismas, sino la
cultura que la ha hecho posibles.
2.Que montañas sagradas como el Qayaqpuma
viven aun su inconmensurable condición de wak`a, que las
pinturas son parte se la raíz, que su vida no ha cesado en
ningún momento.
3.Que este proceso vital fue de muchos modos brutalmente
interrumpido por la llamada conquista y extirpación de idolatrías,
hace poco menos de 500 años. Esto significa que muchas de
las evidencias físicas y rituales que podrían decirnos
mas sobre este tiempo, ya no existen, han sido destruidas.
Por lo demás, los métodos de medición
cronológica siempre dejan a salvo sus posibilidades de equivocarse.
Y como alguien decía: "Aquí tenemos un bisonte pintado,
¿como saber si corresponde al Solutrense o al Magdaneliense?
Si uno se equivoca, ¡su error puede ser de diez mil años!".
No obstante, si de tiempo se trata, es probable
que la mayoría de las pinturas del Qapaqpuma no tengan menos
de 15000 años.
El propósito de esta ofrenda, entonces, no
es reproducir métodos ni conceptos preestablecidos, sino
el dar un testimonio de este aprendizaje de años en el propio
Apu. Para esto he llevado -y continuo llevando- a cabo un registro,
clasificación y descripción básica de las pinturas
rupestres halladas hasta hoy, así como de las estructuras
asociadas (tumbas, andenes pirkas, templetes, cerámica, artefactos
de tierra,ofrendas etc.).
Este registro implica una revisión cuantitativa
y cualitativa de todo lo compilado, a lo que sumo una comparación
con la mitología andina, con los testimonios y narraciones
de los pobladores del área y la revisión a su vez
de pinturas rupestres habidas en otros lugares del Perú y
del mundo.
El registro y calco de las pinturas ha sido riguroso
en aras de lograr precisión, usando básicamente cinco
medios: fotos en papel, fotos en diapositiva, calco directo con
transparencias especiales, calco vía cuadriculas, comprobación
y calco visual a papel.
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Panel A.12. Transcripción de A. Mires
Ortiz.
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Dado el tamaño del Apu y la enorme cantidad
de pinturas, he optado por dividir el área en Qaqas (peñas,
espacios sacros,lados o flancos de peñas) o Pabellones identificados
con letras mayúsculas. En cada Qaqa se ubican los Ñawis(ojos,
fuentes, miradas), Paneles o conjuntos de pinturas que van enumeradas
para facilitar su registro.
Cada Ñawi o Panel puede tener una sola imagen
(en muy contados casos) o ser un complejo conjunto de considerable
cantidad y tamaño de imágenes.
Cuando los Paneles son demasiado grandes o imágenes
muy dispersas, he debido -para efectos de su registro y ubicación
proporcional en el libro-subdividirlos en Partes(identificadas con
una letra minúscula, en orden alfabético) y estas
a su vez en Subpartes (identificadas por el numero después
de la letra minúscula, en orden correlativo).
Este libro marca el inicio de una serie de pinturas
rupestres .Dada la envergadura del tema y la cantidad de pinturas
halladas hasta hoy, son varios los tomos que de dedicaran al Apu
Qayaqpuma, antes de tocar los otros Apus en Cajamaca donde también
nos han legado nuestros mayores las pinturas.
No deja de llamarnos la atención que, pese
a la importancia del Qayaqpuma (normalmente nombrado con la gráfica
"Callacpoma", no sea mencionado - o solo de paso en contadas excepciones-,
en los estudios e investigaciones sobre "arte rupeste" del Perú
o los textos dedicados a la historia de Cajamarca.
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Panel A. 14w2. Transcripción de A.
Mires Ortiz.
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Ojalá este trabajo pueda contribuir también
a la conservación y respeto para este espacio sagrado y culturalmente
extraordinario. Probablemente es la riqueza plástica que
mas desafía al tiempo y, por lo tanto, mas demanda cuidado.
Si usted tiene la ocasión de visitar el Apu
Qayaqpuma, le rogamos encarecidamente no tocar las pinturas con
las manos; no aplicar sustancias ni hacer calcos directamente sobre
las pinturas; no arrojar basura (o mejor aun, recogerla si la encuentra
tirada);no arrancar ni maltratar las plantas ni los animales que
lo habitan. Es lo menos que podemos hacer por este monumento natural
de los dioses, que no acepta olvido, que es solo palpito y entereza.
En esta ofrenda mi gratitud a quienes han caminado
y compartido la brega durante todos estos años, de diferentes
maneras. Que el mejor Viento les abrigue
siempre.
Alfredo Mires Ortíz
La Piedra Sola /Quindewach`anan, Junio de 2001
CONTACTO
Alfredo Mires Ortiz.
Apartado 359 CAJAMARCA, PERU
Tel/fax (51) 44 824397
Correo electrónico: bibliorul@terra.com.pe
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